LA ASOCIACIÓN ORFF-SCHULWERK ARGENTINA EN SU DÉCIMA TEMPORADA
Dina Poch

Si bien recién el año próximo brindaremos formalmente por nuestro 10° aniversario, este año estamos celebrando diez temporadas de ininterrumpida actividad, reflejada en cursos, talleres y conferencias a cargo de destacados profesionales tanto nacionales como internacionales con el plus de una revista anual.
Cuando empezó a gestarse la idea de crear una Asociación Orff-Schulwerk en Argentina, impulsados por Verena Maschat, lo veíamos como algo lejano y hasta diría utópico. Pero el entusiasmo y el desafío ganaron al escepticismo.
Poco a poco, y a través de sus acciones, se fue definiendo el perfil de la asociación. Año tras años a los siete u ocho talleres mensuales, se sumaron cursos intensivos de invierno y cursos intensivo de verano, estos últimos, a cargo de especialistas internacionales. Y en más de una oportunidad, también se organizaron talleres fuera de la programación habitual, cuando algún destacado profesional de paso por Buenos Aires, nos acercaba su experticia.
Con esta estructura ya consolidada, se gestó la idea de escribir un artículo que diera cuenta de toda la actividad desarrollada en estas diez temporadas. Fue entonces, que tomé conciencia de lo infructuoso de la tarea. ¿Por qué? Porque ello hubiera significado tener que transcribir más de un centenar de títulos de todos los encuentros realizados hasta el presente, tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el interior del país como Rosario (Provincia de Santa Fé), Trelew y Rawson (Provincia de Chubut), como así también en el exterior. México (Tijuana, Hermosillo, Culiacán, La Paz y Los Mochis), Chile (Santiago de Chile), Uruguay (Montevideo).
No enumerarlos no convalida la posibilidad de resaltar que la organización de los talleres y cursos nunca fue aleatoria y siempre las propuestas estuvieron al servicio de las necesidades de los tres niveles de enseñanza: inicial, primario y secundario. Fueron diez años en que se puso especial cuidado en llevar adelante un proyecto cuyo principal propósito es el de fomentar y promover la Educación musical y el Movimiento según las ideas pedagógicas del Orff-Schulwerk. La conjunción de una fuente inagotable de propuestas que van desde aquellos materiales originales publicados en el Orff-Schulwer Musik für Kínder hasta los posteriores, aportados por los fieles seguidores de este camino de muy diferentes países y continente, ha posibilitado salir al encuentro de este mundo tan grande y lejano y al mismo tiempo tan cercano.
Centenares de docentes y estudiantes transitaron por estas experiencias. A su vez, muchos de ellos lograron que, poco a poco, centenares de niños, jóvenes y adultos pudieran recorrer el mundo utilizando como medios de transporte el lenguaje, la percusión corporal, el movimiento, la danza, el canto, la práctica instrumental, la improvisación y la creación.
Numerosos fueron los temas apropiados por los participantes: la familiarización con un amplio repertorio de piezas instrumentales de Carl Orff, de Gunild Keetman y otros seguidores; de arreglos e instrumentaciones; de improvisaciones; juegos rítmicos y musicales; del uso creativo de la percusión corporal; el acercamiento a repertorio y recursos didácticos para la enseñanza de la flauta dulce; un recorrido por el folklore argentino para bailar, tocar y cantar; otro recorrido por el folklore y danzas del mundo; la adquisición de un amplio repertorio de canciones, rimas, poesías, cuentos, juegos; un acercamiento al taiko, la construcción de instrumentos de placas, y muchas actividades promotoras de la integración de las artes.
Se hizo especial énfasis en que no disponer del instrumental Orff, no es un impedimento para abordar estas ideas pedagógicas. Ello se vio reflejado en propuestas utilizando un conjunto instrumental expandido, instrumentos no convencionales, o inclusive, ningún instrumento.
Ya lo dijo Carl Orff en 1963: “El Schulwerk está estructurado de tal manera para que los materiales existentes puedan ser desarrollados de muchas maneras diferentes y parafraseando a Schiller, les digo: “Yo ya cumplí con lo mío, ahora les toca a ustedes”.
Fueron muchos los responsables de que este recorrido dejara de ser una fantasía o un sueño. Probablemente nada hubiéramos hecho sin la invalorable ayuda de la Fundación Carl Off, siempre atenta a nuestras necesidades, al Orff- Schulwerk Forum, entidad madre que nuclea a todas las Asociaciones Orff del mundo y por supuesto a los fieles seguidores y aquellos que tímidamente se acercan preguntándose “¿de qué se trata?”.
Y así como decidí no nombrar cada uno de los talleres, quisiera compartir con nuestros lectores, los nombres de quienes hicieron y hacen posible que este legado se mantenga vivo y dinámico para afirmarnos en esta interacción musical no solo para vivir la música sino para vivir en la música.
Belén Ruggiero, Carla Grosso, Carolina Droller, Delia Capurro, Dina Poch, Edith Raspo de Vanasco, Eliana Seinturia, Esteban Samela, Ignacio Propato, Inés López de la Rosa, Julio Calvo,
Karina Jaroslavsky, María Cristina Castro, Mariana Vergara Lasheras, Mariela Kohen, Mariela Ramírez, Mercedes Insausti, Miriam Gurbanov, Tamara Figueroa,
Teresa Usandivaras, Violeta H. de Gainza.
Del exterior
Bárbara Haselbach (Salzburgo, Austria), Dough Goodkin (San Francisco, EE.UU.),
Fernando Barba (Grupo Barbatuques – Brasil), Fito Hernández y Xocitl Galán (Duo Karma- Cuba), James Harding (San Francisco, EE.UU.), Polo Vallejo (España),
Sofía López Ibor (San Francisco, EE.UU.), Uirá Kulhmann (San Pablo, Brasil),
Verena Maschat (Madrid- España), Wolfgang Hartmann (España).

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